miércoles, 10 de noviembre de 2010

RESUMEN.EL SEMINARIO DE JACQUES LACAN

UNIVERSIDAD NACIONAL PEDAGOGICA
UNIDAD 153, ECATEPEC
MAESTRIA EN ENSEÑANZA DE LAS HUMANIDADES
PROFESORA: FLOR DE MARIA JIMENEZ DEL CASTILLO
ASIGNATURA: TEORIA LITERARIA
ALUMNA: GRACIELA GIRON AGUILAR
RESUMEN.EL SEMINARIO DE JACQUES LACAN. LIBRO 1 LOS ESCRITOS TECNICOS DE FREUD  1953-1954.
EL MOMENTO DE LA RESISTENCIA.
Hyppolite destacó el sentido complejo, flexible, de Aufhebung. En alemán este término significa a la vez negar, suprimir, pero también conservar en la supresión, levantar,  cuya profundización, de reflexionar  de lo que hacemos en nuestro diálogo con el sujeto nunca será suficiente, como lo han señalado desde hace un tiempo los psicoanalistas.
Toda  literatura analítica está enredada en torno a su definición exacta.
Es difícil definir al yo como una función autónoma, y al mismo tiempo como un maestro en errores, que conduce esencialmente al desconocimiento; distinción radical entre dos yo. Esto es el yo en el análisis, tradición filosófica.
 Anna Freud, mensiona el yo y los mecanismos de defensa,  habla del yo en el estilo de comprensión. ( hombrecito-que-está en el hombre), vida autónoma en el sujeto y que estaría allí para defenderlo como un padre del amor propio.
La función dinámica del yo en el diálogo analítico, contradictoria, y ello se manifiesta cada vez que abordamos los principios de la técnica.
En el análisis, afirma, el yo sólo se manifiesta a través de sus defensas. La importancia de la formación del símbolo en el desarrollo del yo.  Cuanto más fuerte era el ímpetu del afecto, más vehemencia y actitud surgía en su autoridiculización, favorece la aparición en lo consciente de los sentimientos de ansiedad.
¿Qué es lo que aquí se presenta como necesidad de analizar la defensa del yo,  contra los afectos? Debería haber establecido la distinción entre la interpretación dual, en la cual el analista entra en una rivalidad yo a yo con el analizado, y la interpretación que progresa en el sentido de la estructuración simbólica del sujeto, la cual ha de situarse más allá de la estructura actual de su yo.
Freud, nos dice que lo que define la entrada en la situación analítica es el establecimiento de un pacto. «El "yo"  su autopercepción.
La palabra complejo surgió en la superficie de la teoría analítica por una especie de fuerza interna; como ustedes saben, no la inventó Freud, sino Jung. En suma, todo el desarrollo del psicoanálisis consistió en la valorización sucesiva de cada una de las tensiones implicadas en ese sistema triangular. Que se resume en la fórmula clásica: atracción sexual hacia la madre, rivalidad con el padre. El recuerdo ha de ser revivido con ayuda de los vacíos. En el hombre de los lobos, la simbolización del sentido del plano genital ha sido verworfen. Tampoco debe sorprendernos que ciertas interpretaciones, que suelen llamarse interpretaciones de contenido, no sean
simbolizadas por el sujeto.
La represión no puede pura y simplemente desaparecer, sólo puede ser superada, en el sentido de Aufhebung.
El punto de vista de Melanie Klein. Este punto de vista se opone al de Anna Freud.
 intelectualista,. Todo parte para ella de la educación o de la persuasión del yo, y a esto se limitará todo. freudiano.
En efecto, es evidente que, para Dick, lo no simbolizado es la realidad. El mundo humano es un mundo infinito. En este sentido, Dick vive en un mundo no-humano.
que constituye su originalidad, lo hacen en la medida en que aparecen en un proceso de expulsión ligado al instinto primitivo de destrucción
La ansiedad no es una especie de energía que el sujeto debería repartir para constituir los objetos, y en el texto de Melanie Klein no hay frase alguna que pueda interpretarse en ese sentido. La ansiedad siempre es definida como surgente, arising. La ansiedad es una connotación, una señal, como siempre lo formuló claramente Freud:
Dick por paradójico que sea decirlo, él está frente a la realidad, vive en la realidad, una realidad pura y simple.
Allí adquiere entonces su significación el término premaduración que utiliza para decir que Dick ha alcanzado ya en cierto sentido el estadio genital.
Normalmente, el sujeto da a los objetos de su identificación primitiva una serie de equivalentes imaginarios que aumentan los engranajes de su mundo
Sin embargo, no se trata de una realidad totalmente deshumanizada de modo no ansiógeno.
LA TOPICA DE LO IMAGINARIO
 El nacimiento del yo. Simbólico: las posiciones del sujeto. Función del mito de Edipo en el psicoanálisis. Oprtunidad de introducir: lo imaginario, lo simbólico y lo real.
Nada puede comprenderse de la técnica y la experiencia freudianas sin estos tres sistemas de referencia. Comentar un texto es como hacer un análisis. No es lo
mismo interpretar que imaginar comprender.
No basta con que un texto parezca coherente. Ciertamente, este texto se sostiene en el marco de las cantinelas que nos son habituales: maduración instintiva, instinto primitivo de agresión, sadismo oral, anal, etc.
Melanie Klein nos dice que los objetos se constituyen mediante juegos de proyecciónes, introyecciónes, expulsiones, reintroyecciónes de los objetos malos; Todo el problema reside entonces en la articulación de lo simbólico y lo imaginario
en la constitución de lo real..
La idea que así se nos ofrece es la de una localidad psíquica trata exactamente del campo de la realidad psíquica, es decir, de todo lo que sucede entre la percepción y la conciencia motriz del yo.
 De allí que, sin duda, las concepciones analíticas del estadio primitivo de la formación del yo.
Saben que su proceso de maduración fisiológica permite al sujeto, en un momento determinado de su historia, integrar efectivamente sus funciones motoras y acceder a un dominio real de su cuerpo. Pero antes de este momento, aunque en forma correlativa con él, el sujeto toma conciencia de su cuerpo como totalidad. Insisto en este punto en mi teoría del estadio del espejo: la sola visión de la forma total del cuerpo humano
En el origen suponemos todos los ellos, objetos, instintos, deseos, tendencias, etc.
digamos que la imagen del cuerpo
Así es como podemos representarnos, antes del nacimiento del yo y su surgimiento, al sujeto.
Para que la ilusión se produzca, se constituya, ante el ojo que mira, un mundo donde lo imaginario pueda incluir lo real y, a la vez, formularlo; donde lo real pueda incluir y, a la vez, situar lo imaginario,
La caja representa el cuerpo de ustedes. El ramillete son los instintos y
los déseos, los objetos de deseo que se pasean.
Significa que, en la relación entre lo imaginario y lo real, y en la constitución del mundo que de ella resulta, todo depende de la situación del sujeto. La situación del sujeto.
Melanie Klein insiste en el hecho más sorprendente: este niño no desea hacerse comprender, no busca comunicarse; sus únicas actividades más o menos lúdicas son emitir sonidos y complacerse con estos sonidos sin significación, con estos ruidos. Sin embargo, este niño posee algo de orden del lenguaje, Dick juega con el continente y con el contenido.
Así, el espacio negro es inmediatamente asimilado al interior del cuerpo de la
madre en el cual se refugia. Lo que no se produce es el juego libre, la conjunción entre las diferentes formas, imaginaria y real de los objetos.
Sucede que para Melanie Klein, no hay teoría de lo imaginario, ni teoría del ego. Somos nosotros quienes debemos introducir estas nociones y comprender  una parte de la realidad.
Tal como lo utilizamos en análisis el término introyección no es lo contrario de proyección.
La introyección es siempre, lo que introduce una dimensión muy diferente a la de la proyección. Mediante esta distinción podrán separar lo que pertenece a la función del ego, que es del orden del registro dual.
Si resumimos ahora todo lo que describe Melanie Klein acerca de la actitud de este niño, el punto significativo es simplemente éste: no dirige ningún llamado.
Pero este niño ya tiene un sistema de lenguaje suficiente. La prueba está en
que juega con él. Incluso lo utiliza para dirigir un juego de oposición contra los intentos de intrusión de los adultos.
 Karl Bühler formuló una teoría del lenguaje, que no es la única ni la más completa, pero en la que hay algo que no deja de presentar cierto interés: distingue tres etapas en el lenguaje. un profesor, no daran sus órdenes con el mismo lenguaje que un obrero o un contramaestre. Todo lo que aprendemos a nivel del enunciado, en su estilo y hasta en sus entonaciones, se refiere a la naturaleza del sujeto.
El mismo texto puede tener valores completamente diferentes según el tono empleado.
El tercer valor es el de la comunicación: aquello de lo que se trata, y su referencia al conjunto de la situación.
Con Dick estamos a nivel del llamado. El llamado cobra su valor en el Interior del sistema ya adquirido del lenguaje.
Melanie Klein no interpreta nada aquí, y tiene clara conciencia de ello.
Parte-dice-de las ideas que tiene, que son conocidas, acerca de lo que sucede en este estadio.
El niño se pone a jugar con su trenecito y le dice la palabra  estación. Momento crucial en el que se esboza la unión del lenguaje con el imaginario del sujeto.
Melanie Klein le devuelve lo siguiente: La estación es mamá, Dick entrar en mamá. A partir de ese momento todo se desencadena. Ella sólo hará este tipo de cosas, ninguna otra. Rápidamente el niño progresa. Es un hecho. Tan sólo aportar la verbalización. Ha simbolizado una relación efectiva: la de un ser, nombrado, con otro ser. Ha enchapado la simbolización del mito edípico, para llamarlo por su nombre. A partir de entonces, y después de una primera ceremonia, que consistirá en refugiarse en el espacio negro para volver a tomar contacto con el continente, la novedad surge para el niño. El niño verbaliza un primer llamado:  hablado, afectivo, mimado por todo el ser, verbalizado que supone, entonces, una respuesta. Se trata de una primera comunicación, en el sentido propio, técnico, del término.
Es lo que ella más tarde llama: haber abierto las puertas de su inconsciente.
En el caso dramático de este sujeto que no ha accedido a la realidad
humana porque no hace ningún llamado, ellas determinan una posición inicial a partir de la cual el sujeto puede hacer jugar lo imaginario y lo real, y conquistar así su desarrollo. El niño se precipita en una serie de equivalencias, en un sistema donde los objetos se sustituyen unos a otros. ¿Por qué hablar en este caso de desarrollo del ego? Esto es confundir como siempre ego y sujeto.
El desarrollo sólo se produce en la medida en que el sujeto se integra al sistema simbólico, se ejercita en él, se afirma a través del ejercicio de una palabra verdadera. Notarán que ni siquiera es necesario que esta palabra sea la suya. En la pareja momentáneamente formada por la terapeuta y el sujeto, aún cuando su forma sea mínimamente afectiva, puede producirse una palabra verdadera. Sin duda no cualquier palabra: en esto radica la virtud de la situación simbólica del Edipo.
Verdaderamente ésta es la llave, llave en verdad pequeña. Ya les señalé que muy probablemente existía un manojo de llaves. Tal vez un día de estos dé una conferencia acerca de lo que nos enseña, en este sentido, el mito de los primitivos: no diré de los más primitivos, pues no son menos, y conocen acerca de esto mucho más que nosotros. Cuando estudiamos una mitología, por ejemplo la que quizá va a ser publicada sobre una población sudanesa, vemos que el complejo de Edipo no es para ellos más que una tontería. Es apenas un detalito de un inmenso mito. El
mito permite confrontar una serie de relaciones entre los sujetos de
tal riqueza y complejidad que, en comparación, el Edipo parece una
versión hasta tal punto abreviada que, finalmente, puede llegar a
resultar inservible.
No importa, porque podemos captar en todo caso cómo este mundo se pone en movimiento, cómo imaginario y real comienzan a estructurarse, cómo se desarrollan las cargas sucesivas que delimitan la variedad de los objetos humanos, es decir nombrables. Todo este proceso encuentra su punto de partida en este primer fresco constituido por una palabra significativa, que formula una estructura fundamental que, en la ley de la palabra, humaniza al hombre. Estas posiciones pertenecen al mismo orden que las que, en mi esquema, hacen que determinada estructuración de la situación dependa de determinada posición del ojo. Volveré a utilizar este esquema. Hoy sólo quise introducir un ramillete, pero se puede introducir el otro.
A partir del caso de Dick, y utilizando las categorías de lo real, lo simbólico y lo imaginario, demostré cómo es posible que un sujeto dispone de todos los elementos del lenguaje, que tiene la posibilidad de realizar desplazamientos imaginarios que le permitirían estructurar su mundo, no estuviese en lo real.
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miércoles, 3 de noviembre de 2010

Mi experiencia en el Diplomado

Es un gusto estar participando en este Diplomado, ya que he aprendido una cantidad de conocimientos
han sido de gran utilidad, ya que he podido poner en pràctica todos estos saberes.
He cometido grandes errores pero me han servido para observar muchos detalles.
Agradesco a mi Tutora por tenerme paciencia y poder compartir experiencias con mis compañeros.